Reseña histórica Hospital Adriana Cousiño de Quintero
El nombre del hospital es en honor a Adriana Cousiño Goyenechea, hermana de uno de los fundadores del proyecto “Ferrocarril Puerto y Balneario de Quintero”. La familia crea en 1947 la Fundación que lleva su nombre para realizar obras de beneficencia tanto en Lota, Santiago y Quintero. Construyendo en este balneario, en el sector del fundo el Bato, un centro de recreación y veraneo para los hijos de los trabajadores de la mina de Lota, que era administrados por las religiosas “Hermanas de la caridad”, quienes, queriendo colaborar con la comunidad quinterana, prestaban servicios de primeros auxilios, medicina preventiva, cuidados de enfermos, partos y de casos de mediana complejidad.
En noviembre de 1969, se retiran las “monjas de la caridad” y Don Luis Cousiño Sebire, cede en comodato al Servicio de Salud, el inmueble ubicado en El Bato- localidad de Loncura, para que sea destinado definitivamente como Hospital, con el compromiso que se mantuviera el nombre “Adriana Cousiño”, en memoria de su tía.
El de seis de abril de 1970 se inaugura oficialmente el Hospital “Adriana Cousiño” de Quintero, ofreciéndole a la comunidad los servicios de Urgencia, Pediatría y Maternidad. Quedaron pendientes los servicios de Medicina y Pabellón por no contar con el personal paramédico necesario para comenzar a funcionar.
“Fue así que las autoridades de la IV Zona plantearon el desafío a los funcionarios del Hospital, de capacitar a trabajadores para poder completar la cantidad de personal requerido en el establecimiento y así dar cumplimiento a las necesidades de la población” (1). Para ello, matronas y enfermeras del centro asistencial dictaron el curso de Paramédico a 15 alumnas. Algunas de las paramédicos que se prepararon en ese curso, siguieron trabajando en el Hospital de Quintero.
“En junio de 1971, se abre servicio de medicina hombre y medicina mujeres, más una sala de post operados, un pabellón y un banco de sangre. Se operaban cesáreas, salpingoligaduras, apendicitis, hernias y fimosis”. (2)
El Hospital de Quintero, permaneció en el sector de El Bato, hasta 1983 cuando, tras la muerte de Don Luis Cousiño Sebire, el comodato llega a su fin, obligando a las autoridades de la época a trasladar el recinto a otras dependencias en la zona céntrica de Quintero. El Hospital modificó su ubicación en varias ocasiones;
Primero se trasladó a la enfermería de la Base Aérea de Quintero, luego tuvo una breve estadía en la residencial “Casa de Piedra”. Lamentablemente, luego del terremoto del 3 de marzo de 1985, el lugar quedó inutilizable e inhabilitado como centro médico.
A fines de 1985, el Servicio de Salud, decide el cambio de las instalaciones del hospital a otro lugar más cómodo. Se arrienda el hotel Panamericano, ubicado en Luis Cousiño N°1080, que constaba de 2 pisos. Recuperando la totalidad de las camas, pero sin pabellón quirúrgico. En 1986, gracias a las gestiones de la Cámara de Comercio de Quintero, quienes oficiaron al Presidente, la urgente necesidad de contar con un hospital definitivo, para ello se determinó que los terrenos fiscales donde se emplazaría la Plaza de Armas, fueran destinados para su construcción, siendo prioridad nacional.
El Hospital modificó su ubicación en varias ocasiones, antes de establecerse definitivamente. Se trasladó a la Base Aérea de la Armada en Quintero, luego tuvo una breve estadía en la “Casa de Piedra”, centro turístico de la época. Luego del terremoto de 1985, el lugar quedó inhabilitado. A fines de 1985, el Servicio decide el cambio del Hospital a otro lugar. Se arrienda el hotel Panamericano.
Finalmente, en 1988, el Hospital de Quintero con su Consultorio adosado, pasa a ocupar el actual inmueble, inaugurado el día 20 de mayo de 1988.
[1] Hospital de Quintero – Reseña Histórica – Silvia Bustos
[2] Hospital de Quintero – Reseña Histórica – Silvia Bustos
Viviendo la historia del Hospital.
La matrona Silvia Bustos, relata parte de la historia del Hospital de Quintero, desde la década de los años 70. Desempeñándose desde que comenzó a funcionar el establecimiento con dependencia del Servicio de Salud, ha sido testigo de los traslados y ha trabajado en difíciles condiciones.
“Cuando se abrió el Hospital, la situación era bien precaria. No teníamos instrumentos, íbamos a la central de abastecimiento en Santiago y de ahí traíamos cosas”
Sus memorias cuentan situaciones comunes que se vivieron en el recinto, pero muy importantes para el funcionamiento del Hospital, “nosotros confeccionábamos la sábanas del Hospital, una enfermera que trabajaba en ese tiempo, y yo misma”, cuenta, con una gran sonrisa y orgullo Silvia Bustos: “nosotros teníamos una máquina de coser, que se consiguieron de la IV zona, y ahí nuestro equipo de paramédicos, que no eran muchos, ocupaban algo de tiempo de trabajo, para confeccionar las sábanas y la ropa que necesitábamos para funcionar”.
Trabajaban originalmente, en el centro de salud de El Bato, alrededor de 13 personas, distribuidas entre enfermeros, paramédicos, una matrona y auxiliares de servicio. “Después de llevar un mes funcionando, pudimos tener teléfono, de hecho, no teníamos electricidad, atendíamos a los pacientes con velas. El agua era de pozo, por lo que teníamos que encender unas turbinas para hacer funcionar el motor que nos proveía de agua. Era muy difícil funcionar en esa época”.
“El traslado también era muy complicado hacia el Bato. Debían esperar un bus, del recorrido Quintero a Horcón, que acercaba a los funcionarios y enfermos al hospital. Los dejaba en la ruta F30E a 2 kilómetros y medio del lugar, distancia que tenían que recorrer a pie por un camino de tierra y piedras hacia la costa.” (actual empresa GNL)
Colaboración:
Eugenia Gaete Pellissa/Encargada de la Unidad de Patrimonio/Municipalidad de Quintero
